Hoy he llegado a mi chamba (bueno acabo de llegar) y me he dado con una mala sorpresa. Al llegar y entrar por la puerta trasera, como de costumbre, (la puerta trasera o la puerta de servicios, como suele llamársele, esta cerquita a mi sitio, so…. prefiero entrar por ahí. Además por la puerta principal siempre están los socios. Y eso de saludar con su pequeña venia, como que no es no?)

En fin. Llegue y le dije a Jairo, el chico que nos cuida de los malévolos transeúntes o choferes que transitan por la calle, que me abriera la puerta. Él, como siempre, se acercó a la puerta para abrirla y me dijo:

- Señorita, hemos recibido una orden, le voy avisando.

Al escucharlo, me causó gracia porque siempre reciben órdenes pero jamás las cumplen.

- “¿Sí?, y cuál es?”

- Nos han dicho que no dejemos entrar a nadie por esta puerta. No se puede entrar ni salir.

- Jajaja. Ay pero esa ya es vieja!

- No señorita, ésta vez es en serio. El Dr. Oscar nos ha pedido que no abramos esta puerta.

(Dr. Oscar: llámese de mi jefe directo.)

- ta madre…!

La puerta trasera, además de permitirnos entrar más cerca de nuestros sitios, nos permite todas las mañanas y tardes, salir a fumar. Si en plena fumadera algún jefe, cliente, abogado te llama, alguien que esta sentado por aquí sale corriendo a avisarte “Oye Ali, te llama el Dr. Portaro” y, dependiendo de que tan importante sea la llamada, apagas el cigarro y corres a contestar el teléfono o de lo contrario dices: “dile que luego lo llamo!”

Ahora, para salir a fumar, tendremos que salir por la puerta principal. Que pereza! Esperemos que poco a poco esto pase. Esperemos que el Dr. Oscar no me diga nada.

Esperemos.

Y encima Elvirita no ha traido comida hoy dia!!!!!!

Hoy no quiero trabajar.. :(