mi hermano y yo

Posted by ... | Posted in | Posted on 30.3.09

Mi hermano y yo, nos llevamos poco tiempo digo, menos de un año, y eso hace que nuestra relación haya sido muy cercana, pero no siempre buena.

Cuenta la leyenda que siendo yo bebita, mi hermano arrimaba su cuna, empujando su pequeño cuerpecito contra la baranda, y estando a pocos metros de la mía, estiraba su brazo, abría sus manitas y me jalaba el pelo con furia. Luego del chillido respectivo, mi mamá corría a mi encuentro y me encontraba llorando desconcertada, mientras mi hermano observaba con la única mirada que tiene cualquier niño menor de un año.

Unos años después, siendo ya más grandecitos, cuando compartíamos cuarto con mi hermano, se le daba por levantarse en las noches y despertarme por que no podía dormir y tenía miedo. Bueno, prendíamos la luz, no recuerdo exactamente qué era lo que hacíamos, pero sí recuerdo que él siempre se quedaba dormido antes que yo ¡y en mi cama! cosa que siempre me molestó, y más aún cuando a mi no me gustaba dormir en su cama.

Recuerdo mucho una inocente conversación que tuvimos con mi hermano y mi mamá. Estábamos sentados cada uno al borde de su cama, mi mamá nos estaba cambiando, y mi hermano dice: mamá, ¿es cierto que cuando ella crezca (señalándome) va a tener pipi igual que yo? Inocente pregunta para mi inocente respuesta: “sí pues”. Fue ahí cuando mi mamá nos explico las diferencias físicas que hay entre un hombre y una mujer, y fue ahí cuando nos encontramos diferentes.

En la adolescencia, o lo que se pueda llamar de ella, la relación con mi hermano fue realmente atroz. Debo aceptar que en esa “época” se me dio por encerrarme en mi cuarto, por odiar a todo el mundo, y claro, a mi hermano en primer lugar. Cuando nos encontrábamos en los quinos, obviamente no nos saludábamos y cada uno regresaba por su lado. Acepto que lo traté mal, pero él también a mí. Las peleas eran muy feas, y yo aprovechaba que él no me podía tocar - siguiendo las órdenes de mi mamá a la mujer no se le toca ni con el pétalo de una rosa – para provocarlo, ¿que mala, no?

Pero no todo era feo, a veces nos reíamos sin parar, por idioteces, por asumir situaciones imaginadas e irlas distorsionándolas poco a poco hasta llegar a situaciones realmente ridículas, noches enteras riéndonos, a oscuras, sólo escuchando nuestras voces, era bueno dormir en el mismo cuarto, sobre todo cuando me agarraban los ataques de apnea y él se levantaba corriendo para ayudarme a toser o a respirar.

Ya en la universidad, cuando mis papás se fueron a EEUU, fue la primera vez que mi hermano y yo nos separábamos, es decir, no vivíamos juntos; él se fue a vivir a una pensión cerca de su universidad y yo a la casa de mi hermana; a mi me resultaba bastante extraño no saber de él por días, y sí pues, lo extrañaba; peor fue cuando se fue a vivir a EEUU, ahí sí lo extrañé harto. Cuando volvió, lo abracé, lo apapaché, lo comí a besos, y pensé que todo iba a resultar como antes, pero no, no fue así.

Se enamoró y dejó de prestarme el interés que antes me daba, y era lógico, pero eso no lo entendía, y tampoco lo entendía su novia, ahora esposa. La cosa es que hubo muchas peleas, por celos míos y de su novia. Además su novia era una amiga mía desde hace muchos años, pero no sólo era una amiga, era LA amiga, eso también me llevó a alejarme, porque como toda amiga, ella me contaba las peleas que tenía con su novio, o sea mi hermano, y yo no podía emitir opinión porque era mi hermano pues, y eso ella no entendía. Lo mismo pasaba con mi hermano cuando me contaba sus roches con su novia, o sea mi amiga, y yo quedaba muda, y él se enojaba conmigo. O sea de una u otra manera siempre salía perdiendo.

Pero como el tiempo es la mejor cura, eso ya pasó, entendí que no debo meterme en relaciones de pareja, sobre todo cuando se trata de mi hermano y mi mejor amiga, y mi amiga entendió que estando casados ya no puede estar ventilando sus roches como todo el mundo.

Ahora, ¿que por que pongo todo este cuento? Bueno pues, porque simplemente quería escribir y me salió esto.

un poquito de asesina en mí

Posted by ... | Posted in | Posted on 24.3.09

Yo no soy asesina, ni mucho menos tengo el perfil de serlo, pero como se dice por ahí, todos tenemos algo de locos y desquiciados y creo yo, haber encontrado mi parte loca y desquiciada (a pesar que muchos ya lo hayan encontrado).

Debido a que últimamente estoy bastante estresada por temas estudiantiles que me hostigan, mi susceptibilidad ha ido creciendo en picada (a tal punto de llorar en la cafetería de mi universidad porque me dijeron que el helado que venía de postre en mi menú se había acabado)…

En fin, voy directo al grano porque tengo que volver con “familia”.

Una pregunta que debo plantearme para saber el porque de mis desenlaces histéricos y escalofriantemente desquiciados es ¿porque me aturden demasiado los ruidos permanentes, unísonos y repetitivos?. Por ejemplo, hoy mientras leía, un señor estuvo dictando no sé cuántas resoluciones a alguna persona al otro lado del auricular que tenía pegado en la oreja, todas la resoluciones que dictaba tenían el número “122” al inicio!!!.. y decía:

“ciento veintidós guión tres cuatro siete, ciento veintidós guión tres cuatro ocho…, ciento veintidós guión tres cuarto nueve, ciento veintidós guión…”

Yo estuve a punto de volverme loca con ese numerito y con la voz ronca del señor repitiéndola!!!

Otro ejemplo, el ruido permanente que hacen las piernas cuando se mueven rápido apoyándose en la mesa o en la silla que se tiene debajo. Ese ruidito asqueroso es 100 veces mayor en una biblioteca donde la gente va, precisamente, porque no quiere ruidos!!!

Y por último, este ejemplo gana a todos los anteriores… el perro de michi que vive al frente de mi casa, tiene la peculiaridad de ladrar y ladrar y ladrar y maaas ladrar en un solo tono y sin parar. Al parecer la señora saca a su pequeña mascotita al jardín enrejado de su casa, aproximadamente a las 9pm de la noche, todos los días, para que el pequeño animalejo haga sus pipi o popo o lo que sea, pero lejos de hacer esas cosas, el maldito cuadrúpedo ladra y ladra y ladra y no deja de ladrar a quien se cruce por su vereda, como en estos precisos momentos lo esta haciendo, y está produciendo en mí sensaciones brutalmente pensadas y planeadas que algún día ejecutaré.

Esto es lo que me convierte en una asesina, es decir, se los pongo más claro…


QUIERO MATAR A ESE PERRO DE M….!!!!



Incidente en Aeropuerto Schiphol

Posted by ... | Posted in | Posted on 20.3.09

Debido a mi laaaarga ausencia escrita, aquí les dejo un relato de "intruso07" para su información... Ahora no sólo es difícil conseguir una visa para salir de nuestro querido Perú; ahora ser peruano (o por lo menos tener pasaporte peruano) es difícil fuera de nuestro querido Perú.


Aún no tengo un blog propio, pero debido al bochornoso incidente que nos sucedió en el aeropuerto Schiphol de Amsterdam-Holanda a los pocos minutos de tocar suelo europeo (por primera vez) para un comisionamiento técnico encargado por nuestra empresa, decidí narrar los acontecimientos de esa tarde del pasado Domingo 22 de Febrero del 2009.

Apenas pasada la conmoción de estar en Europa y aún no estar concientes del cambio de horario y de los miles de kilómetros que nos separaban de casa, nos dimos con la sorpresa de que el vuelo KL1629 de conexión Holanda-Italia se había adelantado. Decidimos correr ya que teníamos menos de una hora para abordar el avión que estaba en la sala de embarque C11, al otro extremo de donde habíamos aterrizado . Ya habíamos verificado en el plano del aeropuerto que el tiempo aproximado en alcanzar la sala asignada iba a ser casi media hora, sin contar con el famoso control migratorio holandés, por lo que tuvimos que usar las fajas de traslado. Faltando solo veinte minutos para la conexión aérea, llegamos al control migratorio; habían dos colas, una para pasaportes europeos y para "los otros".

De los tres peruanos que estabamos en línea (dos ingenieros y un periodista) que habíamos llegado en el mismo vuelo, fui yo quien "enfrentó" al moreno oficial holandés, muy confiado por mi dominio de inglés y los documentos que portaba. Al recibir mi pasaporte, en su idioma consultó algo con su compañero y llamó a otro agente que estaba en la oficina de al lado, lugar donde minutos antes un amigable alemán me explicó que eran donde te derivaban si encontraban "algún problemita". Ya un poco nervioso abandoné la fila y le dije a mis amigos de viaje que al parecer habían encontrado "algo" en mi pasaporte… a los pocos minutos de estar afuera de esta oficina se acercó primero mi colega y luego nuestro amigo periodista cada uno con diferentes agentes llamados por el primero de la caseta de control.

Estando nuevamente en espera, notamos que otro oficial revisaba los tres pasaportes con una lupa, al parecer buscando determinar si eran o no originales los documentos y/o firmas. Desde lejos noté que la inspección minuciosa estaba en la hoja donde están los datos personales del portador. Me acerqué a la ventanilla y en un fuerte inglés le solicité información sobre el problema detectado para poder absolver alguna duda ... si esta hubiese, al notar mi inglés, el "analista" se acercó a la ventanilla (incluso recuerdo que hicieron una llamada telefónica) y me consultó sobre el motivo del viaje. Le solté todo el rollo técnico y legal y hasta saqué de mi mochila el file donde meticulosamente había impreso todos los documentos y mails en orden cronológico sobre el comisionamiento encargado. Mostré las hojas donde estaban la invitación de la empresa italiana y la reserva del hotel realizada por los mismos italianos. El oficial estando casi acorralado por mi documentación, solo atinó a solicitarme una identificación que certifique que pertenezco a mi empresa. Menudo lío el mío, ya que, los que tenemos algún cargo de importancia en la empresa y no somos sujetos a fiscalización, no contamos con el famoso fotocheck. Felizmente los nervios no traicionaron mi sentido común y sin dejar de hablar le mostré un mail de mi file donde, en respuesta a la empresa italiana, se nos nombra representantes para estar presentes en el famoso comisionamiento. Ya con el sello en mano y yo aún hablando, el oficial estampó las impresiones en nuestros pasaportes y nos pidió disculpas por el retrazo, sin dar más explicaciones al tema.

Casi volando, pasamos del control migratorio al de seguridad. Fue allí que recordé a nuestro amigo periodista a quien lo vi llegar con una cara de desconcierto, seguramente igual a la que teníamos, pero no pudimos cruzar palabras, solo pasamos lo más rápido posible este nuevo control sin dificultad alguna.

Ya estando en el hall hacia nuestra sala de embarque, el periodista nos explicó que solo por poseer pasaporte peruano el control se extrema por la cantidad de inmigrantes peruanos no documentados que llegan a Europa. Por cierto, muy lamentable, pero real. Casi con el tiempo cumplido, llegamos a la cola para subir al avión hacia Italia. La situación fue trágico-cómica , ya que de todos los peruanos (fácilmente identificables) solo nos hicieron lío a nosotros tres, quienes, dicho sea se paso, teníamos todos los documentos en regla. A la mayoría de nuestros paisanos que esperaban en el avión a Italia "no los tocaron" simplemente porque no mostraron sus pasaportes peruanos, sino sus documentos "europeos" (al menos eso corroboré al contarles nuestra odisea a por lo menos dos personas en la fila).

Dejo sentado que este problema no se repitió en otro de los cinco aeropuertos europeos visitados porque, según un amigo danés, los demás vuelos ya eran domésticos y las rutas no eran tan frecuentes para los "no documentados".

Debo terminar diciendo que el incidente me dejó un sentimiento de vergüenza ajena, ya que todos los peruanos que luchamos por forjarnos una imagen profesional y personal a nivel internacional, tenemos que ser maltratados porque unos pocos apelan a la viveza criolla para lograr los objetivos que no pudieron lograr por "la legal".