Cuando la acumulación de riqueza ya no sea de gran importancia social habrá grandes cambios en los códigos morales. Podremos librarnos de muchos de los principios seudomorales que han pesado durante doscientos años sobre nosotros, siguiendo los cuales hemos exaltado algunas de las cualidades humanas más desagradables, colocándolas en la posición de las virtudes más altas. Podremos permitirnos el atrevimiento de dar al motivo monetario su verdadero valor. El amor al dinero como posesión –a diferencia del amor al dinero como un medio para gozar de los placeres y realidades de la vida- será reconocido por lo que es, una morbosidad algo repugnante, una de esas propensiones semidelictivas, semipatológicas, que se ponen, encongiendo los hombros, en manos de los especialistas en enfermedades mentales. Todas las clases de costumbres sociales y prácticas económicas, que afectan a la distribución de la riqueza y de las recompensas y sanciones que ahora mantenemos a toda costa por muy desagradables e injustas que puedan ser por sí mismas, porque son terriblemente útiles para promover la acumulación de capital, serán desechadas por fon porque entonces seremos libres de hacerlo.
Nos veremos libres, por lo tanto, para volver a algunos de los principios más seguros y ciertos de la religión y virtud tradicional: que la avaricia es un vicio, que la práctica de la usura es un delito y el amor al dinero es detestable, que aquellos que siguen verdaderamente el camino de la virtud y la sana sabiduría son los que menos piensan en el mañana. Una vez más debemos de valorar los fines por encima de los medios y preferir lo que es bueno a lo que es útil.Honraremos a todos cuantos puedan enseñarnos cómo debemos aprovechar bien y virtuosamente la hora y el día, la gente deliciosa que es capaz de disfrutar directamente de las cosas, las lilas del campo que no trabajan ni hilan.
Por lo menos durante otros cien años debemos fingir nosotros y todos los demás que lo justo es malo y lo malo es justo; porque lo malo es útil y lo justo no lo es. La avaricia, la usura y la cautela deben ser nuestros dioses todavía durante un poco más de tiempo, pues sólo ellos pueden sacarnos del túnel de la necesidad económica y llevarnos a la luz del día.
me acabo de dar cuenta de una cosa... que hace mucho que me conecto al msn y solo me habla mi hermana o mi hermano... mmm? mala señal? no sé... pero ya hay bastantes en el grupo de Los Bloqueados... y si los mantengo es porque, de alguna forma, tengo la idea de hablarles... quizás cuando mis hermanos ya no me hablen... los que si no se escapan por nada son los eliminados, que ni los veo... quizás ellos sí a mi... o no?... en fin, la cosa es que el msn como herramienta de comunicación que antes lo era, ahora ya nosé para qué es... bueno sí, para comunicarme con mi hermana de Pacasmayo o mi hermano de aquí... pero más que eso, ya no.
Ayer, con un amigo, entramos en una pagina que no recuerdo su nombre, pero que funciona para comunicarse con otras personas del mundo mediante camarita, sin la necesidad de loggearte. No teníamos nada que hacer y entramos. Al principio, divertido porque tienes la opción de hacer el "next" y pasar a otra cámara de alguna otra solitaria y/o aburrida persona al otro lado de la maquina.... pero de ahí empezaron aparecer puro pajero, qué bestia! Fue la primera vez en mi vida que he visto tanto pene en menos de 10 minutos... En una de las cámaras que entramos, había un niño, una pequeña personita de uno 12 años aprox, bueno quizás 10, con unos ojitos grandes, negritos y redonditos... a mi amigo y a mí nos dio ternura, asi que decidimos hablarle (depués de tanto pajero, un niño es la solución para darle funcionamiento a este programa- pensamos)... luego de preguntarle de dónde era y de que aquél pequeño ser nos viera con ojitos tiernos cual gatito de Shrek, saco su pequeña pinguita rosada y nos la enseño, escribiendo "quiero sexo" por la ventanita de al lado... pues, cerramos el programa... qué lástima... igual nos causo risa (jajajaja... tan pequeño el ser).
En Lima está haciendo más frio, mi cuarto que funciona como un centro de sauna por el verano se ha convertido en poco menos que un frizer... por las noches me levanto con frio, tengo tres colchas encima, pero igual mi cuerpo hiela... me falta hacer ejercicio, bailar un poco y recoger mi bicicleta que ya hace un mes esta clavada en un gran estacionamiento, haciendo eco de algo que jamás será...
Ya luego me pregunto porqué es que me he quedado pegada con Cardó o Ceniza... escuchando una y otra vez el "cómo será tu piel junto a la mía" o el "cómo serán mis despertares, cada vez que despierte avergonzada"... y el último "ay! tanto amor y avergonzada" que lo repite una y otra vez la cantante española con su voz gitanesca que me hiela los huesos... felizmente ésas preguntas no me las responderé... aunque muera por hacerlo... por que al igual que aquélla página web de ayer, sólo serás un hombre solitario y/o aburrido al otro lado de la cámara buscando compañía en el fin del mundo.
Siento que debería salir y caminar un poco por la calle. He tomado mi bicicleta y la he dejado caer. Mis estados de ánimo cambian constantemente y eso me fastidia. No logro comprender porqué me enojo sin razón aparente y, en especial, cuando tomo. Me parece que el licor no me sienta bien.
Ayer bebí demasiado.
No recuerdo mucho las cosas que hice ni que dije. Tengo recuerdos vagos, pero prefiero no pensar en ellos porque me tumbarían. Sé que me enojé y, quizás, culpé a mi acompañante sin justificación; y por más que me diga que no le fastidió, a mí sí me fastidia tener este carácter maldito que me mata los días siguientes. Pero, por dios!, yo lo digo siempre, estoy algo zafada. No entiendo muchas cosas que están pasando... no, sí las entiendo, sólo que no quiero verlas como debería verlas.
La fuerza se saca de adentro, pero a veces siento que estoy llena de nada. Despertar y observar la luz atravesada desde la ventana ajena, el sonido de los carros, los cobradores gritando, la sirena de un policía, gritos, voces, bulla, el caos de la ciudad; pero todo calma cuando sientes una mano apoyándose en tu espalda, sobándotela lentamente.
Basta! Es demasiado para esta época de cambios. Y todavía me preguntas ¿porque soy tan rara? La verdad, tú también lo eres, y aunque las cosas estén más claras para ti, yo me hago bolas en la cabeza pensando en todo este concepto sin nombre.
Hoy día, al salir de tu casa, no me sentí nada bien. Pensaba que debería ser aquél perrito que se nos cruzó en el ascensor. Pensaba que, caminar por esa avenida, en éste día tan gris al lado tuyo, no calzaba para nada. Debía caminar sola, pero me dejé llevar por tu saco negro, por tu preocupación, por el silencio que nos mató.
Ya en el taxi, me cogiste la pierna y yo te cogí la mano. La amplitud de aquél taxi nos distanció. Tu mirada perdida en la calle a través de la ventana, y la mía observando aquella nuca, me terminó por volcar la cabeza en la mismísima mierda. No hay peor ciego que el que no quiere ver. Yo soy ciega, pero lo veo todo
Hoy escribo con rabia. No porque me hayan herido el corazón, pero sí el ego. De ti no esperé nunca nada, pero tampoco esperé esto, y si bien ya todo esta dicho y por fin la máscara se disolvió, igual me duele haber estado en casa de pirañas.
Yo sí juego, pero un mínimo de respeto es lo que valemos todos los seres humanos, por más que no lo parezcamos. Definamos lo que somos, nos guste o no siempre debemos serlo. No es una rabieta más, no. Y sí creo que en algún momento valiste la pena como para escribirte y dedicarte algunos minutos de mi día.
A mi también me importa un pito lo que hagas o dejes de hacer, también pienso con la cabeza caliente y también hago “de todo” por lo que “me encanta”, pero jamás puse cabe a las personas de mi costado. Eso, no se hace mi estimado, simplemente, no se hace.
Yo sé que lo verás mal, pero no olvides que hablamos el mismo idioma, no olvides eso.
Ahora puedes saber, no sé si con claridad, pero al menos lo intuyes porqué algunos puntos se alejan del camino. No creo estar cerca como para tomarme la molestia de hacerlo, yo estoy al lado, pero tus roches ya no son bienvenidos.
Y así se terminan estas pocas letras que han nacido de la rabia. Sí, por qué no decirlo, de la rabia. Por que hoy, comprenderás, no es una buena mañana. Así que te dejo con esa sonrisa en la pantalla, tu perfume al lado y con un polo que, me imagino, lo darás por perdido.
