Igual... te quiero

Posted by ... | Posted in | Posted on 25.11.10

La rosa que llevo prendida, se marchita con el humo de mi boca

Y el anillo que llevo cargado se pudre con cada día que pasa

No somos nadie para querer nuestro futuro

Tú eres alguien quien lo amolda a su vida

Y yo…yo soy quien pretende serlo

Pretendes esconder lo que no quieres decir.

Te escondes de lo inminente… buscar tu felicidad.

Aquélla laguna encendida, con halos de luz y nieve,

te espera en cada paso que das…

No pretendas quererme,

porque cada día que pasa, se va con una llamada fría…

la nieve la llevas dentro.


igual... te quiero.

Posted by ... | Posted in | Posted on 10.11.10




aunque te rías de mí....

extraño un beso.



puerilismo 2

Posted by ... | Posted in | Posted on 4.11.10


O comenzó nada...

Comenzó mi propia historia, una que yo cree, que imagine y que soñé.

Nos conocimos (uf! fue muy intensa aquélla tarde) y nos gustamos, nos besamos y pasamos muchas cosas, bonitas y feas, más bonitas que feas... bueno el alcohol todo lo embellece...

No fuí alcoholica, pero sí bebí mucho... con él.

Y muy aparte del final fatal que yo no cree, pero que él sí lo maquinó... en el tiempo que pasamos fue bonito, nos conocimos mucho, casi sin querer... casi sin hablar, compartiendo cosas importantes pero no las más importantes... nos ubicamos como dos espejos, uno mirándo lo que no quería ser del otro, uno dando fuerzas mientras que adentro todo se quemaba, el otro sonriéndo y gritando a la par... el futuro nos unió y el presente no hizo ver la realidad...

Cada uno la pudo ver desde aquél día en el parque...

Nos descrubimos como un par de seres pueriles que nos faltaba cariño verdadero y no alcoholizado... camas tendidas con sábanas limpias en lugar de grises y manchadas con cielos raídos y plomos por el humo...

Bowie fue nuestro primer compañero, trío con olas y estrellas que aquélla noche nos acompañó mientras yo me preguntaba por qué las personas más buenas del mundo se van atrás de las estrellas sin llevárnos con ellas....

Me hizo mucho bien y también mucho mal.

Tampoco intenté comprenderlo. Sólo buscaba reflejarme sobre algo que no quería llegar a ser. Él también lo hizo así. Pero eramos iguales, imposible no decirlo cuando, luego de tantas charlas con luces tenues, sabinas, calamaros, vinos, chelas y cigarros, hablabamos y sentíamos lo mismo; buscábamos lo mismo... alguien.

A él no lo quería una mujer, a mí se me moría una ciudad... con él no contaba el porvenir, de mí no se acordaba el verbo amar... él no rezaba para no creer, yo no besaba para no soñar... (o también pudo ser al revés).

Luego de tanto escucharla y escucharla... sólo me queda decir que aquélla época de desenfrenos, de bicicleteadas alcoholizadas deslizándonos por puentes en búsqueda de aquél líquido que apagaba nuestras ganas... fuimos un par de idiotas...




Y todo por un capricho mío en querer conocer a alguien, que nunca lo quiso hacer...




Puerilismo

Posted by ... | Posted in | Posted on 2.11.10

Estaba en un fiesta salsa y lo vi. Jamás en mi vida había mirado a alguien tan fijamente. Quizás fue porque me hacía recordar a alguien, en ese momento..., pero cuando volteó, también me miró.

Obvio, mi cuerpo se paralizó. No acostumbro a sostener miradas con personas desconocidas, pero gracias a Juancarlos y los cientos de vasos de cerveza que me había servido, lo pude hacer.

Se fue entre la gente, entre la multitud de gente que suele ir a la Descarga.

No fue durante toda la noche, pero sí fueron un par de veces que me lo crucé y levantaba la mirada para verlo... era muy alto y eso quizás me llamaba más la atención... eso y su espalda.

No sé si era la borrachera que cargaba (y otras cosas más) o mi mirada tan atenta, pero él bajaba la mirada, también, para verme y recuerdo (no sé si habrá sido cierto) pero también se detenía a mirarme.

¡Qué atrevida!

Pero más atrevido fue cuando al finalizar la noche, lo encontré sentado en una tarima, con una botella en la mano y un vaso en la otra... nos miramos y cómo no decía nada, ni un musculito se le movía, me jodió tanto que lo miré fijamente le saqué la lengua lo más que pude (aún lo siento) moldié mi cara en gesto de fastidio y me fui sin esperar reacción alguna de su parte.

Me fui corriendo.

(maricona)

La búsqueda llegó después. No voy a contar todo lo que hice. Pero fue muy divertido y atrevido fungir de "stoker". Me vacilaba hacerla de detective, más por él, era por mi. Por mi y por mi amiga, con la que vivía. Nos inundábamos la cabeza pensando en lo que podía pasar en el encuentro y soñábamos con entrar a su casa y revisar todo su cuarto.

jajaja... obvio, nunca lo hicimos... sólo eran ideas, nada más... pero me sirvió mucho.

Juré que en ese año lo conocería.

No tenía ni la más mínima idea de cómo se llamaba, ni dónde trabajaba, en dónde estudiaba (si es que lo hacía) o por dónde andaba... pero por cosas del destino lo pude ubicar.

Un día llegué a casa de madrugada, luego de un largo y jodido día de trabajo, hastiada hasta las mil, había olvidado mi celular en casa y al verlo, tenía un mensaje de voz. Al escuchar lo que interlocutor me decía, sólo atiné a gritar y mi amiga, que estaba durmiendo, saltó de la cama, alterada pensando me había pasado algo.

Ahí comenzó todo.