Mi encuentro con D

Posted by ... | Posted in | Posted on 20.6.15

Cuando lo vi, luego de aproximadamente, tres años, no sentí nada.

El que sí sintió un poco (de nervios) fue él porque no me podía ver a la cara cuando hablaba. Se la paso un buen rato con su brazo recostado sobre su cabeza, mirando el timón de su carro. Yo hablaba normal, me parece que no me había percatado que era él quien estaba al lado mío.

El pasar de los minutos nos ablandó. Empezó a voltear cuando yo hablaba. En tres horas resumimos los tres años que nos habían distanciado. Me contó que estaba viviendo con una chica, yo le conté, muy resumidamente, que recién me había separado del chico con quien convivía. Él al parecer tenía problemas con su chica. No le hice mucho caso cuando comenzó a hablarme de eso, es más, lo corté diciéndole que no quería hablar de ese tema, él sólo me preguntó si la había pasado mal, yo le dije que sí. Y ahí se acabo el tema de nuestras relaciones amorosas. Además contando que fue el hombre a quien más he amado hasta el día hoy, no me interesaba mucho saber de su novia.

Cuando salimos del carro, nos ablandamos aún más. Yo comencé a fumar –por eso salimos del auto- el se recostó sobre su auto y la charla fluyó como siempre fluía cuando estábamos juntos. Nos reímos. El mostró esa sonrisa que siempre me mató. Yo le conté de mis intentos artísticos, del teatro que había hecho, de la danza que me enamoró. El me contó que estaba de director de una escuela de música, que paraba ahí todas las tardes y que cualquier día puedo pasar por ahí para visitarlo.  En un momento, solo unos segundos, en medio de esos silencios cálidos que siempre tuvimos, lo ampayé mirándome, con unos ojos de recuerdo, de cariño, de qué tiempos aquellos, yo que me conozco y que sé que esos instantes especialmente con él, me mataban, me enamoraban, me hacían sentir cosas demasiado intensas que nunca en mi vida volví a sentir, al instante lo saqué del clima con un ¿me acompañas al grifo a comprar?

Me preguntó si quería ir caminando o en carro –como cuando estábamos juntos, siempre caminábamos- lo primero que le respondí fue caminando, pero al parecer o no quería recordar aquéllos viejos tiempos o le daba pereza caminar por que al instante me dijo que mejor vayamos en carro.

Como siempre que estábamos juntos tenía que pasar algo, esta vez a mí se me olvidó la plata. Me acerqué al carro y con cara de perro arrepentido le dije que no había traído la billetera pero que si me prestaba cuatro soles le pagaba en la casa. Me miró, se rió, sacó su tarjeta y me dijo, no importa vamos.  Estando en la cola para comprar, me le acerqué y le dije que me disculpara que no lo había hecho al propósito –de verdad estaba apenada- él se reía nomás y me abrazó, yo automáticamente, me arrecosté por debajo de su brazo y zas la cajera ya nos estaba preguntando que queríamos, fue solo un instante de cariño compartido.

Al regresar, no sé si cada uno estaba en su mundo o es que cada uno estaba en el mundo del otro. A mi, como hace varios días atrás, me dieron ganas de llorar, él no se dio cuenta que no había prendido las luces y que el semáforo ya había cambiado de rojo a verde. Como para ir despidiéndonos le dije que su chica lo iba a matar –me había contado que los problemas con su chica eran sobretodo por el tiempo ocupado que él tenía y considerando que ya teníamos como tres horas hablando, pues ya era tiempo que se vaya- me dijo que sí, y que para no cagarla creía que ya era tiempo de irse.

Llegamos a mi casa, o bueno a donde me estoy quedando, apagó el carro y me dijo que se iba –¿porque apagó el carro entonces?- yo le dije que sí, no ahondé más en el tema y nos abrazamos.

Sin miedo a exagerar, fue el abrazo más tierno y lindo que he tenido. Nos quedamos un buen rato así, yo le hacía pequeños cariños en su espalda y él sobaba ligeramente la mía. Puse mi cabeza entre su cuello y hombro, acostada de lado, como una niña arrepentida, no sé si mi corazón latió fuerte, no sé si él también lo disfruto –apuesto a que sí- pero al finalizarlo lo apretujé e intenté darle un beso en el cachete, intenté porque por miedo a medir mal, terminé dándole un beso por el cuello ooops. Y lo que viene, no sé si me lo imaginé, no sé si ocurrió pero al separarnos, sentí que él se quedó para besarme, su cabeza quedó ladeada… el momento estaba dado, pero me dije que no.

Al salir del auto, sentí que aquí no se acababa, que esto podía continuar.

Me mando un mensaje a los pocos días de vernos. Justo cuando estuve pensando en él. Le respondí con un poco de miedo. Luego me preguntó si me veía el sábado, le dije que me avisara.

Toda la semana me la pase pensándolo, pensando en los momentos que pasamos que vivimos que soñamos. Obvio que nunca nos vimos, él esta con una chica, vive con ella. Yo he tenido una pequeña experiencia en eso y sé que engañar o ver a un ex es lo que no se debe hacer. Por eso, anticipando su llamada o lo que hubiera hecho para vernos, mi decisión estaba tomada, no lo iba a ver. Pero él nunca llamo ni dio señales de vida. Ojala se haya dado cuenta que lo que pretendía hacer –acaso fuera tomarme como amiga o un remember- no estaba bien.