TINGO TINGO TINGO TINGOMARIA!!!!

Posted by ... | Posted in , | Posted on 3.4.08

Ayer estuve por Tingomaria. Es una ciudad realmente maravillosa. Tiene miles de cosas por conocer. Lamentablemente sólo pude visitar tres lugares, es que no contaba con mucho tiempo.
(i) La cueva de las lechuzas que en realidad no tiene lechuzas, sino guácharos (familia de las lechuzas). La cueva viene acompañada de murciélagos y arañas. Estuve completamente a oscuras, con una linterna y un guía a mi costado, pisando guano que traen los guácharos por la noche a la cueva, viendo de vez en cuando cómo un murciélago pasaba muy cerca mío y con la grata melodía de los guácharos gritando (que con el eco de la cueva se escuchaba 10 veces más). La cueva tiene 6 niveles. Yo sólo recorrí tres. Para llegar a los niveles restantes tienes que cruzar, agachado, un túnel dentro de la cueva, en donde hay miles de murciélagos que rozan tu cuerpo y muchas arañas que también rozan tu cuerpo. (“pero no te pasa nada”, me dijo Juster, el guía) Los que me conocen saben perfectamente cómo me pongo cuando veo una araña. Obviamente no entre. Pero sí disfrute muchísimo de la cueva.
(ii) Serpentario (donde hay serpientes pi!). Nunca había estado cara a cara con una boa. Como buena turista, pusieron en mi mano una boa bebe, jeje. Parece plastilina fría. Luego pusieron alrededor de mi cuello otra boa, esta vez un poco más grande, no pesaba mucho pero mis nervios hicieron que se moviera y que yo me asustara más de lo que ya estaba. Así que mi intento de entablar algún tipo de relación con las boas se terminó cuando grité y la boa saltó.
(iii) La bella durmiente. Un conjunto de montañas verdosas que dan la impresión de una mujer echada boca arriba y de perfil. Muy bonita.




Luego de las visitas respectivas nos fuimos a almorzar. Ufff!!! Tacacho con cezina, más su cerveza San Juan, que ricooo! Terminado mi exótico plato selvático, no podía salir de esa ciudad sin probar al menos uno de aquellos brebajes afrodisíacos tan conocidos como el RC (rompe calzon) Siete Raíces, Para Para, Camu Camu. Así que Juster me llevo a una pequeña feria. Nos atendió una señora muy risueña y coquetona. Nos invitó a sentarnos y nos sirvió todos los tragos que vendía. Terminé muy confundida en cuanto a los tragos y sus respectivos nombres. Al final compre una botella de Camu Camu. Ese me gusto, lo probé dos veces.








Conversando con Juster me dijo que la mayoría de turistas que llegan a Tingomaria son peruanos. No va mucho extranjero debido a la mala fama que aún tiene Tingo de narcoterrorismo, y que los peruanos que visitan Tingo, son aquellos que trabajan cerca o que se escapan un día (como yo).

Tingomaria es bella. No hay violencia ni agresividad en las personas. Es una ciudad limpia y ordenada. Todos andan en moto. Es muy gracioso ver como los escolares salen en motos del colegio o como una chica sale recién bañadita, pintadita con su cartera en el brazo y manejando su moto o como se las ingenian para que en una moto entren tres personas!!!.







A sus alrededores se encuentra el Parque Nacional de Tingomaria, el cual puede ser visitado en tres días. No saben las maravillas que existen en ese parque. Por ejemplo, El velo de las Ninfas es un conjunto de 14 cataratas seguidas. Para visitar cada una tienes que treparlas con soga mientras el agua moja todo tu cuerpo. Los tours son super baratos (precio de Juster por visitar todo el parque en tres días en campamento, S/.50.00) y lo mejor es que no te florean como suelen hacerlo muchas veces en ciudades turísticas. Al menos yo sentí eso con Juster.

Si tuviera que elegir una ciudad en donde vivir, estaría entre Chachapoyas o Tingomaria.

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