Sesion Bowie 2008

Posted by ... | Posted in | Posted on 19.5.08

No nos conocíamos mucho pero un gusto en común basto para cometer aquella locura, agarrar nuestras chibas y largarnos de Lima por un par de días para disfrutar del silencio, del mar, de las canciones de Bowie y del frío maldito que luego me tumbó a la cama por 3 días!!!
Chacrimar es una playa ubicada en la provincia de Huaral, en Lima. Ahí también se encuentra la casa “Eco Truly”, donde viven los Hare Krishna. Así que para no sentirnos tan lejos de la sociedad y más por miedo a los asaltos que por otra cosa, acampamos bien cerca a la casa de tan extraños personajes.






“The Bowie Sesion 2008” prometía una buena velada así que para soltarnos un poco compramos dos six pack de chelas heladitas (ilusa yo) y dos cajetillas de cigarros para cada uno. Conversamos mucho de todo y poco de nada.

Aquella noche aprendí mucho de Bowie, que buena música hace aquél señor, aprendí de los porqués sin respuestas, de “la familia” factor tan importante en nuestras vidas, de la incertidumbre que nos ataca siempre, de los pueriles sin razón.

Pero también aprendí a no pensar en nada, solo por un momento, a mantener la mente en blanco, a estar callada sin tener nada en el cerebro, sin tener miedo en el mañana. Ambos necesitábamos eso, un stop en nuestras vidas, un pensar en nada, alejarnos de la Lima tan gris y triste, estar acompañado pero a la vez solo, no tener miedo.

Al día siguiente, luego de comer pan con lomito en el “Eco Truly Park”, que por cierto no tenia ni una pisquita de carne, era pura cebolla y tomate (yo no sabia que los Hares Krishnas eran vegetarianos pues) nos dirigimos, muy valientes nosotros, a PESCAR.

Había llevado una caña de pescar inmensamente grande, de esas que se usan en los buques. Fue muy gracioso darle aliento para que se atreviera a sentarse al lado de los pescadores de la zona (que solo pescan con cordel), sacara la caña de 7 metros de altura, colocara la gran carnada de bolitas rojas y amarillas (de esas con las que se hacen collares) y la lanzara fuertemente hacia el otro lado de la peña sin saber siquiera si el anzuelo había llegado al mar o se había atracado en alguna parte de la peña. Luego de 73’452,9204 intentos de pescar algo, o mejor dicho, de intentar hacer llegar el anzuelo al mar, ya en mi turno de intento, quise sacar el anzuelo del mar (¿o de la peña?) y no pude, estaba muy duro!. Por un instante pensé “pesque!!!” pero al darnos cuenta que el cordel sólo se estiraba cuando lo jalábamos, nos dimos con la ingrata sorpresa que el cordel estaba atracado en alguna parte de la peña y que jamás de los jamases, ni el anzuelo ni la carnada, habían tocado el mar.

Tristes y sin ganas de seguir haciendo el ridículo frente a los pescadores que nos miraban con burla en los ojos, salimos en búsqueda del cementerio inca. No encontramos ni un pedacito de telar, pero encontramos una playa caletota, muy cerrada, donde nos sentamos a mirar a los pájaros “comemuymuy” recontra tontos, que sólo se dedican a buscar muymuy y a correr de regreso cuando la orilla se llena de agua, solo a eso!.

Luego de conversar mucho de cada uno. Me dijo: “Oye, entonces tu papá es una persona con la que se puede conversar cosas muy interesantes”. Yo sólo respondí que sí. La verdad nunca me había interesado en hablar con él. Las cosas no han sido muy buenas con mi papá. Pero este fin largo que he pasado en Trujillo, he aprendido muchas cosas de él y me he respondido muchas interrogantes que tenía. Y claro, con mi papá sí se pueden conversar cosas muy interesantes.

A veces uno no sabe lo bien que hace a los demás, a veces no sabemos que estamos ayudando a otra persona. A veces es bueno no conocer más de lo que ya conoces.





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