Saludines

Posted by ... | Posted in | Posted on 20.10.08

Preocupada por cómo comenzar a estudiar los dos expedientes que tengo para sustentar mi grado, DCA, muy amable y gentilmente, se ofreció a explicarme cómo hacerlo.


“Mira Silvis, yoooo… que estoy a dos meses de sustentar mi grado, te puedo ayudar.”


Comenzó, como todos o la gran mayoría comienza:


“Por ejemplo, yoooooo con mis expedientes…”


y empezó a explicarme paso a paso de qué trataba su caso.


“Lo primero que hice fue estudiar el principio de veracidad, tanto jurisprudencial como normativamente; luego, para el principio de denigración que, OBVIAMENTE existía antonímia ¡pues!...uachanwer, uachanwer, uachanwer!!!


A mí no me interesaba su caso, yo sólo le había pedido que me dijera cómo estudiar y no que me contara su caso, pero ella, en su afán por contarlo todo o, quizás, queriendo recordárselo, lo expuso, imaginándose tal vez parada frente a su jurado y utilizando los conectores exactos y precisos para su exposición: “En ese caso”, “Es así que”, “A mayor abundamiento”, “Por lo antes expuesto”; y el infaltable, “Por tanto”.

Mi cara, siempre bien expresiva, mostraba impaciencia, premura y hasta fastidio. Ella no se dio cuenta, estando tan metida en su explicación, no me hizo caso. Ante tanto palabreo que me ponía nerviosa, decidí cambiar la conversación:

“Oye, ¿que vas hacer hoy por la noche?”


“¿Hoy?, me respondió ella, me voy a la casa de una amiga que vive a dos cuadras de la mía, para estudiar.”


Ah, vas a estudiar, le contesté, pucha yo te iba a decir para salir, es que hoy vamos a salir con W y con C.


¡Uy que bien! Mandale saludines!


¿Saludines?... porque dices SALUDINEEES!!!!


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